HISTORIA

de nuestra Semana Santa

Nos es imposible concretar la fecha exacta del inicio de las procesiones eldenses. Según los escritos consultados podemos datar su antigüedad en más de doscientos años.
En un díptico encontrado con los actos de la Semana Santa de 1929, podemos ver los itinerarios que se hacían por las calles del casco antiguo de nuestra ciudad. La primera procesión era la titulada de las Palmas, continuando el Miércoles Santo con el traslado de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde el domicilio de su propietaria hasta el templo de Santa Ana.
El Jueves Santo procesionaba Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Mujer Verónica, una imagen de Jesús Crucificado que existía en la sacristía del templo de Santa Ana y Nuestra Señora de la Soledad. El Viernes Santo, comenzaba la procesión con los Santos Atributos, seguido por Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santo Sepulcro y Dolorosa. Los actos procesionales terminaban con la Pascua de Resurrección, procesión donde se podía contemplar el Santísimo Sacramento bajo Palio, que salía de la parroquia de Santa Ana, para encontrarse con su Madre.
Los actos litúrgicos, algunos hoy desaparecidos, a los que los eldenses asistían con gran recogimiento, eran El Sermón del Perdón, Maitines, Lamentaciones, Laudes, Miserere, Sermón de la Pasión y Hora Santa. El Sábado Santo, a Los Divinos Oficios y a la Misa de Gloria.
En 1933 salió en procesión la primera Cofradía organizada y reconocida por la autoridad eclesiástica y en 1934 se formó una Centuria Romana.
Con la destrucción del templo de Santa Ana en 1936, desapareció todo vestigio de la Semana Santa, excepto la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que no se hallaba en la parroquia al ser propiedad particular. En 1939 los actos litúrgicos se celebraron en un local habilitado como parroquia provisional, hasta que, en septiembre de 1944, coincidiendo con las Fiestas Patronales, se inauguró bajo bendición, el nuevo Templo Parroquial de Santa Ana.
Mientras tanto, en 1942 se constituyó la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y esto animó a un numeroso grupo de eldenses a formar otras cofradías. En 1943, la Cofradía del Santo Sepulcro, adquiere el paso del Cristo Yacente. En este año encontramos el primer guion de actos después de la Guerra Civil, procesionando estas dos imágenes junto al Cristo del Buen Suceso, que había sido reconstruido tres años antes.
En 1946 se formó la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y dos años después la Cofradía de la Santa Mujer Verónica. En 1954 se integra a las procesiones la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli con la Cofradía del Perdón, comenzando el traslado en la Parroquia de San Agustín, hasta el Templo de Santa Ana. La Parroquia de San Agustín, más tarde, sería la actual Parroquia de la Inmaculada.
En 1958, la Cofradía del Perdón adquirió una imagen de la Virgen de las Angustias con el Cristo muerto sobre sus rodillas. Entonces, Nuestro Padre Jesús de Medinaceli pasó a procesionar con la Archicofradía de las Esclavas de Jesús de Medinaceli. La Procesión General pasó de jueves a Viernes Santo y ese mismo día, por la noche, se realizaría la del Santo Entierro. Por primera vez, el Encuentro del Domingo de Resurrección se produce entre el Santísimo y la Inmaculada en la explanada del mercado de abastos.
En 1964 los actos se ampliaron al Lunes Santo con la Procesión de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, que hasta entonces empezaban el Miércoles, además las dos Procesiones del Viernes Santo se unificaron en una sola.
Con el paso del tiempo la Semana Santa fue decayendo y en 1973 reunido el Consejo Pastoral de Santa Ana y después de consultar con las diferentes cofradías, decidieron, pese a éstas, suprimir los traslados de las Cofradías del Perdón, Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santa Mujer Verónica, así como la participación de capuchinos en el resto de procesiones. En ese año las procesiones quedaron reducidas a la de las Palmas, Silencio, Santo Entierro y Domingo de Resurrección, por supuesto todas ellas sin presencia de cofrades vestidos como tal.
La Semana Santa continuó celebrándose en nuestra ciudad de este modo hasta que, tras la Semana Santa de 1987, un grupo de jóvenes eldenses quisieron rescatar las procesiones que antaño se celebraban, motivando así el resurgimiento de la nueva etapa de la Semana Santa eldense. Después de varias conversaciones con los Sacerdotes de la ciudad, quedó claro el compromiso de transmitir, tanto en las Procesiones como en los Actos Litúrgicos, la seriedad requerida.
En 1988, en la primera Semana Santa tras el largo paréntesis de quince años, participaron unos doscientos cofrades pertenecientes a las Cofradías de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Mujer Verónica, El Perdón, El Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad. En 1989, se fundaron las Cofradías del Santo Calvario y Mujeres Manolas, y en 1990 la Cofradía de la Santa Cena.
En los siguientes años se produce un auténtico resurgimiento de la Semana Santa eldense, aumentando año tras año el número de cofrades, creando Bandas de Cornetas y Tambores en el seno de las cofradías, adquiriendo nuevas imágenes y restaurando las existentes, construcción de nuevos tronos, realización de nuevos actos y perfeccionamiento de los ya existentes.
En 1999 se produce, lamentablemente, la desaparición de la Cofradía Mujeres Manolas, motivado por el importante descenso en su número de cofrades, siendo integradas las pocas que quedan en la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, como una sección de la misma y, además, con el acuerdo tomado en Junta Mayor de poder hacer lo propio en cualquier cofradía, siempre y cuando se disponga de un número suficiente.
Actualmente la Semana Santa eldense la conforman ocho Cofradías, con alrededor de unos mil cofrades, con un objetivo claro: mostrar una Catequesis de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo por la calles de nuestra ciudad procurando mantener y fomentar las tradiciones de nuestros predecesores.